Atony Booth y Ainscow refieren que Aunque las tres dimensiones son necesarias para el desarrollo de la inclusión, la creación de culturas inclusivas se ha colocado deliberadamente en la base del triángulo. En el pasado se ha prestado muy poca atención al potencial de las culturas de los centros para apoyar o minar sus progresos. Pero son el corazón de la mejora. Desarrollar valores inclusivos compartidos y relaciones de colaboración puede conducir a cambios en las otras dimensiones.
A través de las culturas inclusivas los cambios en las políticas y las prácticas pueden mantenerse cuando nuevos profesionales y niños ingresan en un centro. Cada dimensión se divide en dos secciones que permiten centrar mejor la atención en lo que se debe hacer para aumentar la participación en las actividades.
Las dimensiones y las secciones se convierten en los elementos principales y proporcionan un marco para la planificación y para organizar el plan de mejora.
El marco para la planificación
DIMENSIÓN A -Creación de culturas inclusiva-
Construir comunidad
-Establecer valores inclusivos
DIMENSIÓN B - Creación de políticas inclusivas-
- Desarrollar el centro para todos
-Organizar los apoyos para la diversidad
DIMENSIÓN C -Desarrollo de prácticas inclusivas-
- Organizar el juego y el aprendizaje Movilizar recursos